Especial #4: Arte en el transporte público
Te contamos, con buenos ejemplos, por qué es importante el arte en las estaciones de metro y de autobús para las políticas públicas, así como cómo replicar y aplicarlo en tu municipio o en tu campaña.
La inclusión de arte en el transporte público, como en estaciones de metro o de autobús, es interesante para el diseño de políticas públicas por diversas razones. En primer lugar, porque contribuye a la creación de entornos urbanos más humanos y habitables, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos al proporcionar experiencias estéticas en lugares de tránsito frecuente. Esto puede tener un impacto positivo en la salud mental y emocional de las personas al reducir el estrés asociado con los desplazamientos diarios. En segundo lugar, porque refuerza el sentido de identidad y comunidad. Al destacar la historia, la cultura y la diversidad local a través de obras de arte, se fortalece el vínculo emocional de los ciudadanos con su entorno, fomentando un mayor compromiso cívico y una apreciación compartida por el patrimonio cultural. Finalmente, en tercer lugar, desde una perspectiva económica, el arte en el transporte público puede tener efectos positivos en el turismo al hacer que las ciudades sean más atractivas y distintivas.
Al final de esta newsletter analizaremos cómo replicar y aplicar esta idea en tu campaña o en tu municipio. Hay numerosos ejemplos en el mundo (muy conocidos son los de Moscú o San Petersburgo), pero nos ha parecido bien mostraros los que, para nosotros, son los otros 14 principales ejemplos, sea a través de decoración de toda la estación, sea a través de la decoración de solo una parte mediante pequeñas —pero icónicas— obras de arte. Se trata de proyectos e iniciativas creadas de modo local, en muchos casos con comités locales de arte y, como mínimo, con alguna web municipal donde encontrar y conocer esas obras.
Empezamos por Estocolmo, que es —en nuestra opinión— la ciudad donde se puede observar esta política pública cultural de manera más espectacular:
Estocolmo
La red de metro de Estocolmo, de 110 kilómetros de longitud, cuenta con más de 90 estaciones repletas de increíbles obras de arte. Está considerada como la galería de arte más larga del mundo. Alrededor de 150 artistas han participado como parte de un proyecto iniciado en los años 50 para decorar el sistema de metro, denominado Tunnelbana. Podéis ver más imágenes aquí o aquí.
Nápoles
Las Estaciones de Arte de la Línea 1 del metro de Nápoles son resultado de un proyecto del Ayuntamiento napolitano, creando estaciones que combinan arquitectura y arte. A destacar, sí o sí, la estación de “Toledo”, del arquitecto Oscar Tusquets, y que es impresionante visitar. Podéis ver las estaciones aquí.
¿Quieres ver el resto de ejemplos y cómo poder replicar esta idea en tu territorio?
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