Especial #10. Turismo político en Bruselas
¿Estáis preparados/as para pasear por Bruselas como nunca? Lo haremos junto a Max Sattonnay, nuestra firma invitada en esta newsletter especial, que dejamos en abierto.
Si te dedicas a la comunicación institucional, eres lobbista o simplemente te apasiona la política, hay dos ciudades en el mundo que debes visitar: Washington y Bruselas. En lo que respecta a la capital europea, quien mejor nos la puede enseñar es Max Sattonnay, consultor en comunicación política y asuntos públicos, así como asesor estratégico de diferentes líderes internacionales (enlace a su LinkedIn).
Bruselas, la capital política de Europa, es mucho más que una ciudad turística. Es el epicentro donde se deciden las políticas que afectan a más de 500 millones de ciudadanos europeos. Desde la Unión Europea hasta los innumerables think tanks, lobbistas y oficinas diplomáticas, Bruselas es una ciudad llena de oportunidades para cualquier persona interesada en la política y los asuntos públicos. De hecho, tienen un impacto importante sobre la economía de la ciudad ya que representan el 13% del empleo y del PIB de toda la región de Bruselas. Además de los 30.000 funcionarios europeos que hacen funcionar la maquinaria legislativa, Bruselas cuenta con más de 15.000 lobbistas, 5.000 diplomáticos, 4.000 traductores y alrededor de 900 periodistas o corresponsales.
Para conocer la ciudad empezaremos la ruta por las instituciones europeas, todas a poca distancia entre sí. Estas son las paradas obligatorias para entender cómo funciona su maquinaria política:
Parlamento Europeo. Aunque las sesiones plenarias oficiales se celebran en Estrasburgo, la sede de Bruselas es donde los eurodiputados trabajan el día a día. Aquí se encuentran las oficinas de los 720 eurodiputados, incluidas las de los 61 representantes españoles. Puedes agendar una visita guiada con alguno de ellos/as para aprender más sobre el funcionamiento del Parlamento.
Comisión Europea. Situada en el icónico edificio Berlaymont, la Comisión es el órgano ejecutivo de la Unión Europea. Aquí se redactan propuestas de leyes y se vigilan las políticas comunes. No se ofrecen visitas guiadas, pero siempre es interesante pasear por la zona.
Consejo Europeo. Justo enfrente del Berlaymont se encuentra el edificio Europa, conocido por su característica fachada de cristal. En él se reúnen los jefes de Estado y de Gobierno para las cumbres del Consejo Europeo (#EUCO), donde se toman decisiones clave sobre el futuro de la UE. Durante los días de cumbre, la zona es un hervidero de actividad periodística y diplomática.
Para perfeccionar tus conocimientos, hay dos museos exclusivamente dedicados a la UE en Bruselas: el Parlamentarium y la Casa de la Historia Europea. Allí aprenderás todo sobre el funcionamiento del proceso legislativo de la Unión Europea y sobre su historia, desde su creación hasta el día de hoy.
Si tienes tiempo, te puedes unir a alguna de las innumerables manifestaciones que tienen lugar en la rotonda de Schuman, el centro simbólico de la política europea. Las protestas son habituales, desde agricultores hasta activistas por el clima. Imposible aburrirse. Además, y como el barrio Schuman está lleno de oficinas, también es un buen sitio para comer al mediodía. En el restaurante Meet Meat por ejemplo, si os gusta la carne a la parrilla; pero también son recomendables The Twelve (el restaurante del hotel Thon EU), La Brace (trattoria italiana), Au Stekerlapatte (cocina belga tradicional) o Kafenio (restaurante griego). Si aún quieres comer algo más, haz como Angela Merkel y prueba las patatas fritas de Maison Antoine en Place Jourdan.
Para beber algo, la plaza de Luxemburgo también llamada “PLUX”, delante del Parlamentario Europeo, es un buen lugar para conocer a asistentes parlamentarios y a veces a algunos eurodiputados. Se llena a partir de las 6 de la tarde todos los jueves en sus numerosos bares. En primavera la famosa plaza parece una fiesta Erasmus, pero con jóvenes profesionales vestidos de traje y corbata. Si eres nuevo en la ciudad y empiezas a trabajar en política europea, tienes que estar en PLUX todos los jueves que puedas para conocer a gente y enterarte de lo que pasa en la burbuja de la UE. Pero PLUX tiene sus códigos que tienes que entender para sacar provecho del evento, como podrás ver en este vídeo.
Para terminar la ruta europea, recomiendo pasar una tarde de sábado (si no llueve) en alguno de los parques de la zona Europea como el Parc du Cinquantenaire o el Parc Léopold. Están un tanto vacíos en invierno debido a un clima poco agradable, pero se llenan enseguida y toman un aire de playa siempre que sale el sol.
Por supuesto, no dejes de visitar el resto de la ciudad y probar sus gofres, con un olor que recorre toda la Grand Place. La plaza ha sido el escenario de numerosos eventos políticos y sociales a lo largo del tiempo. En el siglo XVI fue el lugar donde se llevaron a cabo las ejecuciones de los condes de Egmont y Horn, nobles que se rebelaron contra la opresión española. Estos eventos marcaron el inicio de la rebelión contra el dominio de los Habsburgo, un capítulo clave en la historia política de los Países Bajos y de la futura independencia de Bélgica. No dejes de ir al Café Le Roy d’Espagne, en la misma plaza.
También es clave visitar el Palacio Real de Bruselas. Aunque no es la residencia del rey, su importancia simbólica es inmensa, ya que representa a la monarquía constitucional. En verano, el palacio está abierto al público, lo que te permite explorar algunas de sus fastuosas salas. A su lado se encuentra el Parque de Bruselas, un espacio público donde encontrarás el Monumento a los partisanos, que rinde homenaje a los combatientes que resistieron la ocupación nazi de Bélgica. Desde allí, dirígete a la Place des Martyrs, que conmemora a los revolucionarios de 1830 que lucharon por la independencia belga. Esta plaza alberga un monumento en su honor y las criptas de muchos de estos héroes.
El siguiente paso es un edificio clave en la historia del socialismo internacional: el lugar donde Karl Marx escribió parte de sus obras mientras residía en Bruselas, en la Rue de la Vieille Halle aux Blés. Aquí se firmó, por ejemplo, el manifiesto de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), también conocida como la Primera Internacional.
Si estás interesado en la política belga contemporánea, una parada en el Parlamento Flamenco (Vlaams Parlement) es indispensable para entender las tensiones recurrentes entre flamencos y valones. Finalmente, para sumergirte en la historia política de Bélgica, no puedes perderte el Museo BELvue, que narra la evolución del país desde su independencia hasta nuestros días.
Ni que decir tiene que, tengan o no tengan que ver con la política, debes visitar sí o sí los fantásticos bares de la ciudad, algunos con sus propias cervezas. À La Mort Subite, Delirium Café, Le Cirio, Moeder Lambic, Le Roy d'Espagne, À La Bécasse, etc… son indispensables.
Y hablando de cervezas y política, en Bruselas se celebran también encuentros Beers&Politics, organizados por Harold Tor-Daenens. El próximo es el 22 de noviembre y estáis invitados/as.
¡Buen viaje! ¡Esperamos que disfrutéis de esta Bruselas política.
Trabajé en el Parlamento europeo, buen resumen.